lunes, 21 de julio de 2008

festival saturday night fiber en madrid

el festival creado para la ocasión por los responsables del fib de benicassim para hacerle la competencia al summercase empezaba muy pronto, bajo un sol de justicia, en el auditorio del parque rey juan carlos I, en el parque de la naciones. en un auditorio casi vacío los rumble strips dieron lo mejor de ellos. y eso es mucho. gran grupo. formación de guitarra acústica de palo, batería y bajo acompañados de un teclista/trompetista y un saxofonista. una especie de dexys midnignt runners más indies y menos skatalíticos. muy buenas canciones. voz del calibre de un billy bragg. pintas de pandilleros juveniles sacados de las calles de un barrio inglés de finales de los setenta. me gustaron mucho. fue un muy bien concierto. y recuerdo que me les perdí hace un par de meses en el moby dick...

después de ellos, la vergüenza de la noche. babyshambles, con el mediático pete doherty al frente. no atinaba una a la guitarra, cantaba sin esforzarse y apenas se le escuchaba su poco chorro de voz. con un guitarra de acompañamiento que parecía estar perdonándonos la vida. un bajista punki al que me pareció oirle hablar en castellano y un batería que parecía estar tocando con ellos por primera vez. reconocí una buena canción entre repeticiones mediocres de una fórmula simplona que ya no engaña a nadie. si este chaval alguna vez tuvo talento es posible que cuando se le pase la gilipollez vuelva a hacer discos del nivel del primero de the libertines, que sin ser una maravilla del pop ni del rock por lo menos tenían canciones curiosas.

la calurosa tarde se volvía más fría aun con siouxie. con un sonido ochentero de teclados y guitarras llenas de chorus y alrdeando de conservar flexible su ya talludito cuerpo, siouxie me aburrió soberanamente con un repertorio lento y de canciones sin ninguna chispa. ni siquiera la versión de dear prudence que ya hiciera con the banshees me dijo nada de nada. una pena.

estiramos las piernas, compramos unos hipercaros perritos calientes y bajamos a la arena del circo a nuestra cita con morrisey. en mi vida adulta nunca morrisey había estado en madrid. y hoy había una cuenta que saldar. ante un auditorio que no superaría las 5000 almas, el inglés apareció en escena con camisa rosa desabrochada hasta el tercer botón, sudando desde el primer segundo y flanqueado por una estupenda banda de dos guitarristas, bajo, batería y multiinstrumentista (del teclado al trombón pasando por el acordeón). todos vestidos igual y con el mismo corte de pelo. sonaron muy bien. potentes cuando el momento lo requería y reposados en las más lentas. morrisey canta como los ángeles. enfiló tres seguidas que dejaron el listón muy alto: "the last of the international playboys", "ask me" de los smiths y "the first of the gang to die". tremendo. caerían también "vicar in a tutu" y una impresionante "how soon is it now" final con la que anticiparon la descarga sónica de los siguientes en tocar: my bloody valentine. morrisey, el galán, el playboy, el cínico, broméo con la gente hablando despacio y manteniendo las distancias como supongo siempre hace.

my bloody valentine salieron a romper más de un tímpano. ya estabamos adevertidos y nos mantuvimos alejados del escenario. tras un par de canciones iniciales que sirvieron para templar los instrumentos y los amplificadore, de ahí en adelante, su concierto, salvo un tímido "thanks" de kevin shields, fue una epopeya sónica que recordó qué grande es su disco "loveless" y que buenos momentos le dio a quien escribe el noise pop inglés en los primeros noventa. cuando todo fluía mientras ponías el ampli al 11 y te mirabas las zapatos al tocar. my bloody valentine bordaron un concierto abslutamente magistral en el que había que entrar para disfrutarlo. no soy muy dado a experiencias tan hipnóticas o trance y es por eso que me asustó verme embutido en su motor a reacción. durante casi una hora. hasta que me despertó el rugir del propio motor en un final que probablemente haya sido el concierto más ruidoso en la historia de esta villa y corte (con permiso de megadeth). diez minutos que observé con los dedos metidos de lleno en las orejas. chapeau.

lo intenté con hot chip pero ya no podía más. no tomo drogas y ni siquiera bebo red bull así que lo mejor era irse a casa. una pena perderse a mika. seguro que su actuación fue colorida y divertida. ¡pero a las 3:30 AM!

festival summercase, boadilla del monte, madrid

tras la absoluta decepción de springsteen, al calor y la muchedumbre del festival summercase, en boadilla del monte. no pensaba ir pero me regalaron una entrada. bien organizado, sin necesidad de hacer colas excesivamente largas para casi nada. solo dos peros: el horrible secarral de arena y piedras sobre el que deambulamos durante horas de escenario a escenario y la poca iluminación al fin de cada concierto. por lo demás, impecable. sonido casi siempre muy bueno, horarios estrictamente bien cumplidos y una iluminación a lo mejor un poco mejorable.

bajo un sol de justicia vi los 45 minutos de los británicos the kooks. pop rock de libro interpretado por cuator jovenzuelos que en directo recuerdan a bandas como cast, the la's o incluso dodgy. sin tener la impronta hippy barroca de estos últimos ni las canciones de los segundos. no obstante, un muy buen número de ingleses coreaban sus coreables coros. el cantante alterna la acústica con la eléctrica. no se meten en muchos líos y facturan un concierto correcto a unos 40 grados al sol. 45 minutos, ya digo, el estándar de todos los grupos que tocan desde la hora de comienzo del festival hasta que se pone, más o menos, el sol.

cambio de escenario: del movistar, el más grande, al converse. (por cierto, ¿adivináis qué famoso cantante de un grupo musical actual español ha sido eliminado de la foto publicitaria de esta marca de zapatillas? sí, sí, el que aperece en las fotos de las tiendas entre el cantante de green day y, creo, joan jett...). estaban acabando shout out louds. les he visto ya un par de veces así que les sacrifiqué por ver a the kooks. llegué cuando acababa la mejor canción de su segundo disco. aprendieron la lección del último summercase y venían en bermudas y sin barbas: supongo que la última vez, en aquella infernal carpa, se hicieron por dentro y por fuera. son un poco sosos en un escenario grande. pero a mí me siguen pareciendo un grupo con muy buenas canciones.

tras ellos, salen los galeses "los campesinos!", ese numerosísimo combo de imberbes muchachos y jovencísimas muchachas que han facturado uno de los discos más demandados por el más recalcitrante público indie. empiezan muy mal, gracias a que el técnico de sonido ha olvidado subir el volumen de todos los instrumentos salvo bajo, batería y la voz del descamisado y flacucho cantante. a diferencia del bernabeu la noche anterior, donde el público que nunca va a ver conciertos consideró que el sonido era perfecto y por lo tanto no había que protestar, la gente se volvió en masa a la mesa de mezclas y al grito de fuera, fuera, fuera hizo que el técnico pasara un rato realmente desagradable. el grupo, supongo, no entendería nada y pensaría "qué simpáticos estos españoles". los campesinos! son muy chillones. juegan al ritmo machacón y cambiante. a las guitarras que no paran de buscarse entre riffs de sonido chirriante. como de una spinto band más numerosa y folkie, cantanto a veces en galés. hay una canción que me pareció un auténtico himno. su concierto fue muy bailado y coreado. quizás un poco más tarde hubiesen dado más de sí. intentaré conseguir su disco.

de los campesinos! al rock contenido de kings of leon. el primer grupo que pudo hacer algo más de una hora. puro rock. muy bien tocado. con muy buena presencia y un sonido brillante. a veces parece que van a arrancarse a trotar sobre le mastil de las 4 y 6 cuerdas pero no lo hacen. no hacen blues, quizás música sureña pero con un toque pop que les emparenta más con spiritualized que con jet, por decir algo. a mí me gustaron. head on, sublime final, fue toda una declaración de principios. por cierto, ¿no llevaba este tipo unas melenas y unas barbas larguísimas?

tiempo para comerse un enrollado barbacoa mientras mogwai dejaba sordo al personal. interpretaban completo uno de sus primeros álbumes. supuse que sería el mismo concierto que les vi hace casi diez años así que me abstuve de acercarme a la muchedumbre. mientras tanto, facto de la fé y las flores azules debían estar encantando a la carpa más alternativa. y de fondo empezaban sex pistols. vi tres o cuatro canciones desde lejos. empezaron con pretty vacant. mucho más gordos pero con johnny rotten cantando tan bien o mal como hace 30 años. seguramente no estuvieron mal. fueron como una más de las recuperaciones punk de estos últimos años. la diferencia es que ellos estaban seguros de no durar por pura convicción autodestructiva. y aquí están. en fin, hubiera preferido a los new york dolls... aunque tampoco sé.

en esos momentos preferí una buena dosis de fender jaguar, reverb a tope y melodías a medio camino entre los jesus and mary chain y las ronettes. sí, me fui a ver a the raveonettes. concierto más que digno. es increíble como pueden tocar más de una hora sin variar apenas el registro y con tan pocos instrumentos y hacerlo entretenido. dos guitarras, voz de chico, voz de chica, timbal base y caja y bajo pregrabado. y viva la reverberación.

de the raveonettes a cansei de ser sexy. revelación del año pasado. un montón de chicas brasileñas de aspecto cutre lux y sonidos retro bailables. tienen su gracia, aunque estuve todo el concierto muy lejos, la iluminación fue penosamente azul y mal gestionada y no me metí en su concierto. me llamó mucho la atención una melodía que necesito conseguir como sea. y su cantante, que es todo un torbellino. ojo al teclado tocado colgado del hombro cual guitarra eléctrica. divertidas pero poco más.

llegué a kaiser chiefs con unas piernas que no sabía si eran mías o de mi primo. atendí desde lejos (había muchísima gente y muy poca luz) para escuchar uno tras otros los hits de su primer disco. desde lejos se ve mal y se oye regular. no era plan de morir con las botas puestas y decidí largarme a casa. ya era tarde. enchufé radio 3 en el coche y estaban tocando los new york dolls en el fib de benicassim. felicitaron el cumpleaños a johnny thunder y cantaron el principio de una de las canciones más bonitas que jamás haya oído: you can not put your arms around a memory. pensé que en toda la tarde noche no había escuchado nada semejante y me entró una profunda desazón por no parar de confundir cantidad con calidad. menos mal que al día siguiente podría ver a morrisey...

bruce springsteen en el estadio santiago bernabeu

nunca había pagado tanto por una entrada para un concierto. nunca había visto a bruce springsteen en directo. nunca había asistido a un macroconcierto de rock en el estadio santiago bernabeu de madrid. el pasado jueves pagué mucho dinero por ver a bruce springsteen en el bernabeu. estuve a punto de marcharme antes de que el concierto acabara. y no porque la banda hubiera tocado mal o el boss hubiese desafinado, o no se hubiera empleado a fondo. no. solo porque la música está hecha para se oída, no para ser intuída. solo porque he ido a cientos de conciertos en mi vida y pocos han sonado tan mal como el del pasado jueves. es posible que para el resto del público esto sea lo de menos porque quizás lo importante para ellos sea comulgar una vez cada dos años de las manos del boss, toque lo que toque o suene como suene. ese tipo de religión que nunca entenderé (en realidad nunca entenderé ninguna religión). para mí un concierto es música y el pasado jueves, durante 3 horas, lo que llegaba a mis oídos era un insufrible ruído entre el que se intuían las melodías, la voz forzada hasta la extaenuación, el esforzado saxo de clarence clemons, los arreglos a la guitarra del nils logfren y seteve van zandt. probablemente tocaran como siempre. bien, muy bien, de manera brillante. pero yo no me enteré. ni cuando nils, en because the night, se hizo un solo de 3 minutos girando como una peonza sobre sí mismo. cabreado, al cabo de unas cuantas canciones hice la prueba del algodón. a codazos llegué a la mesa de mezclas, para escucharlo tal y como lo estaba escuchando el técnico de sonido. sonaba incluso peor. desistí. me rendí. me quedé hasta el final pero a punto estuve de irme. no me metí en el concierto en ningún momento, a pesar de que conociera la gran mayoría de las canciones que se tocaron. pero es que es tan difícil disfrutar de un concierto así. es como ir al museo d'orsay y dejarse las gafas en la habitación del hotel (tengo cuatro dioptrías de miopía en cada ojo). como ir a comer al bully recién anestesiado por el dentista. como tocarle las tetas a una tía con las manos dormidas. es, en fin, una mierda. una gran decepción. la mayor desde hace muchos años. juro no volver al estadio bernabeu nunca más (hasta el jueves estaba claro que no lo iba a pisar por motivos futbolísticos). juro no volver a ver a springsteen por el mal recuerdo y porque no podría soportar volver a pasar por lo mismo.

y estoy todavía esperando encontrar una crónica, aunque sea una sola crónica, en la que se hable de esto. ¿acaso los periodistas musicales están sordos o es que tienen miedo de criticar un concierto de este tipo por miedo a dejar de recibir discos gratis e invitaciones?

con todo eso que he contado, es absurdo pretender escribir algo del concierto. hoy sería otro si hubiera podido escuchar bien "bobby jean", por ejemplo. pero no, no pude. hoy quizás estuviera escribiendo apasionadamente sobre un tipo que lleva más de veinte años sin escribir un solo disco redondo, a veces muy lejos incluso de ello, pero que comulga con el público como nadie, aunque tenga mucho de actor y ya muy poco de auténtico guitarrista callejero. quizás solo estaría poniendo como pega la chabacanería de acabar con twist and shout y la bamba, estilo fiestas de pueblo veraniegas, o la mediocre versión de summertime blues, o el sacrificar el orden pensado del concierto por contentar a algunos fans rompiendo el ritmo de una actuación que él debería saber más que nadie tiene ritmo, un principio, un final, un intermedio, un rato para lo lento, otro para el medio tiempo, otro para la fuerza.

me quedo con un solo momento en el que realmente me metí en el concierto: long walk home, de "magic". es bonita, muy bonita, esta canción. ¡¡¡me encantaría ahora escuchar a teenage fanclub haciendo "girls in summer clothes" para cerrar ese círculo del que ha trazado unos cuantos puntos springsteen al grabarla, como si fuera neil young con los de glasgow...

martes, 15 de julio de 2008

super ratones en la fnac de callao, madrid

merece la pena poner al día este blog. pretendo tenerlo siempre vivo. aunque a veces parezca que me he rendido, que he tirado la toalla, que no puedo más. de verdad que si no escribo es porque no puedo.

y merece la pena escribir de las cosas emocionantes que uno va encontrando por la vida. por ejemplo, encontrarse, un verano más, a los super ratones argentinos de vuelta en españa.

dentro de una como siempre extensísima gira por nuestro país (e incluso me atrevería a decir nuestro continente), con algunas actuaciones haciendo de grupo de acompañamiento del mito viviente del rock argentino litto nebia y otras actuaciones sorpresa practicando únicamente versiones de clásicos del rock (super agentes), los super ratones vienen de nuevo a españa a presentar en sus conciertos canciones de todos sus discos pero en especial de uno, el último, ese disco que ya parecía que aparecería el año pasado y todavía no ha visto la luz. el por qué de este monumental retraso lo encontramos en el cambio de formación. fernando, bajista, compositor y cantante de algunas de las canciones más bonitas de su repertorio ha dejado la banda. su sitio ha sido ocupado por un solvente bajista y ahora el repertorio del grupo se basa en las canciones de person, el batería, y mario, el guitarrista de acompañamiento.

las primeras canciones que hacen hoy en la fnac de callao me parece que están tocadas con una mayor despreocupación por la perfección sonora de la que quizás tenían antes. por una parte esto sorprende dado que los super ratones son un exquisito combo de pulcra factura en directo. por otra, al rato, se agradece por eso de que quizás hoy los super ratones son mucho más vigorosos de lo que en anteriores ocasiones fueran.

da igual. el concierto de hoy no es muy largo y se centra en pinceladas de aquí y de allá. las melodías más pop inglesas de mario, el rock más ácido y ritmocambiante de person. las versiones. la subida al escenario del propio nebbia para volver cincuenta años atrás y hacer un estupendo johnny be goog de chuck berry y recordar por qué los gatos argentinos fueron tan grandes en los sesenta: tremebunda la interpretación de ese clásico de los clásicos del pop en castellano: la balsa. un litto un poco mal de voz pero con toda la actitud. y la banda, gozando de estos momentos.

me quedo con ese calypso que ya conocíamos del año pasado, con ese himno de tirol-rock con un impagable person mutando en del shannon y con esa pieza final descacharrante, sentida, que no para de cambiar de ritmo y de melodía y que desasosiega por momentos con la que acabaron el concierto. espero que esté en su nuevo disco. ese tipo de canción majestuosa en la que lo más fácil es convertirte en bryan may y freddy mercury y lo más difícil es no caer en ese grandilocuente cajón.

bienvenidos de nuevo los super ratones a madrid. avisados quedáis: el jueves 24 de julio están en la sala moby dick de madrid en un concierto compartido con la nueva banda de ken stringfellow, con el que han grabado algunas de sus últimas canciones.

vest en la sala lasal, madrid

en un verano lleno, repleto de música y a las puertas de la que probablemente sea o esté siendo la semana más grande de la música en directo en madrid y en este país, todavía hay hueco, tiene que quedar hueco para ir a bares a ver a grupos que empiezan a perderle el miedo a dejar atrás su repertorio lleno de versiones para empezar a dejar asomar entre sus guitarras roqueras setenteras canciones propias. larga frase introductoria únicamente para decir que el pasado viernes, en la sala lasal de madrid estuve viendo a "the vest", power trío de adopción madrileña que deleito a amigos y extraños con más de una hora de buena música.

he visto a vest al menos en tres ocasiones y sin duda esta ha sido la mejor de todas. rafa y julio dominan el instrumento, se atreven a cantar y a hacerse armonías el uno al otro y víctor se aplica con muchísimas ganas a las baquetas para llenar de ritmo la sala en la que tocan. el sonido fue bueno. las salas de conciertos ya empiezan a ser lo que nunca fueron. y es que los avances técnicos y el abaratamiento del equipo están haciendo que sea ya difícil hacer que un sitio medio pensado para que en él se toque suene rematadamente mal.

vest tiran de un repertorio muy reconocible. hacen suyos a los stones más setenteros (genial el toque acústico de wild flowers, siempre me encantó su letra), hacen más setentera a aquella banda que puso de nuevo las cosas en su sitio en los años senenta en medio de tanto hippismo y psicodelia (la creedence) pero es que además se atreven con la nueva ola de la nueva ola de la nueva ola: everyday i love you less and less, de kaiser chiefs, no desentona entre tanto clásico del pasado. su versión de nothing compares 2U, de sinead o'connor (o de prince, si nos referimos al que la escribiera) ejecutada via "basket case" de green day, desconozco si es original suya pero está muy bien.

y además, por fin, se atreven con canciones suyas. tres en inglés, una en castellano. tirando a veces hacia el blues, otras hacia el rock más wha-wha-ístio (cómo les gusta), y entroncando, en castellano, con tantos grupos de los años ochenta que nos vienen a la memoria y que habrían estado orgullosos de canciones como XXX (desconozco el título, lo siento). a mí me sonaron a, por ejemplo, las ruedas. no sé qué pensarán.

público entregado. mucho bailoteo. hendrix en espítiru. así da gusto. ojalá sigan tocando y tocando y ojalá se animen a grabar estas primeras canciones en un estudio porque, aparte de ser el paso natural, grabar también mola mucho y como decía un conocido, al final, es lo que queda. lo demás son recuerdos. buenos recuerdos, pero solo recuerdos.

Verdana

Él salía del avión. Ella le dijo: gracias por viajar con nosotros. Él recordó algo y le preguntó: perdone, creo que he olvidado un libro en mi asiento, ¿le importa que vuelva a por él? Ella contestó: señor, si no le importa, espere a que salga toda esta gente. Él asintió. Ella, sin embargo, se ofreció: bueno, intentaré llegar yo a su sitio, será más rápido, ¿cuál era su asiento? 36B, respondió él, muchas gracias, aquí la espero. Al rato ella apareció con el libro en la mano pero él ya no estaba. Preguntó a su compañero: ¿has visto al chico del libro? No, ¿qué chico? Ella miró el libro, lo abrió y vio algo escrito en su primera página blanca: “Él salía del avión. Ella le dijo, gracias por viajar con nosotros. Él la miró y le preguntó su nombre…”

felicitas, noche de reyes y crowded house en el conde duque de madrid

escribir mucho tiempo después de lo que pasó puede estar bien si el tiempo es mucho y se tira de nostalgia. en mi caso, que quiero dejar constancia de lo que veo, oigo y siento cada vez que asisto a algún evento, que pase mucho tiempo solo puede ser malo. en este escrito resumiré de una manera muy resumida varias de las cosas que he podido ver últimamente. empecemos por felicitas, un ballet dirigido por el ya retirado julio bocca e interpretado por su compañía, con las actuaciones protagonistas y estelares de ygor yebra y cecilia figaredo. felicitas relata una leyenda urbana porteña. con la simple ayuda de la lectura de su sinopsis uno se hace perfecto cargo de lo que está pasando desde el principio hasta el final. y eso no debe ser fácil cuando no se pronuncia ni una palabra. el baile es muy vistoso y emocionante. la historia, interesante. un clásico. no me convence el papel de ygor yebra. es más un obseso que un enamorado del que un día pudo estar interesado felicitas. tampoco la música. es como escuchar durante dos horas y media a lito vitale sin ser lito vitale: piano, bandoneón, violas. música muy argentina, cercana muchas veces al tango. quizás demasiado moderna para la obra a la que acompaña. demasiado progresiva en cualquier caso. mención aparte a los percusionistas que aparecen de vez en cuando. son los únicos que interpretan en directo y son realmente sorprendentes. una batucada en toda regla se agradece cuando tiene sentido. y digo cuando tiene sentido porque eso de estar en un parque escuchando los tambores interminables de un grupo de 40 perroflautas es otra cosa.

la siguiente propuesta veraniega que presencié tuvo bastante mérito. por mi parte. y obviamente por parte de sus intérpretes. en el teatro maría guerrero, una compañía de teatro rusa dirigida por un ultrapremiado británico haciendo un embrollo realmente divertido de shakespeare llamado "noche de reyes" en ruso y con sobretítulos en castellano. si a todo esto le sumamos que desde mi sitio (arriba) tardé en encontrar la postura ideal en mi asiento para que la barandilla no estorbara y con un simple giro de ojos pudiera ver los sobretítulos y a los actores... entenderéis mi mérito. por supuesto, el mismo que el del resto de los asistentes. con la excepción de que me da la impresión de que el público en esta ocasión era en una proporción muy alta gente del oficio del teatro o el cine o la tele. vamos, de la interpretación. he de reconocer que me lo pasé muy bien a pesar de pensar durante los primeros 15 minutos que no me iba a enterar de absolutamente nada, no solo por el ruso sino porque se trataba de una obra de enredo con muchos personajes interpretados todos (esto ya era de nota) por actores masculinos que hacían de chicas, chicos, mujeres maduras, viejas, hombres, viejos, fuertes, débiles. todo un ejempo de profesionalidad. sumamente recomendable. aunque creo que su paso por madrid ha sido muy muy breve. no sufráis, parece que la misma compañía estará gran parte del verano actuando en el matadero.

la semana acababa volviendo a ver al fenómeno grupo australiano neozelandés que ya vi en la riviera el pasado mes de septiembre. fue mi debut este verano en los así llamados veranos de la villa del patio central del cuartel del conde duque. mi entrada era de asiento y bastante arriba. duré tres canciones sentado arriba. no porque tuviera unas irrefrenables ganas de bailar sino porque es lamentable como el sonido limitado al que seguro someten al grupo hace que a partir de cierta distancia esto no parezca más que una fotocopia de un concierto de pop. según bajaba hacia la parte de "a pie" empecé a descubrir todo aquello que hasta entonces había echado de menos: el bombo, el bajo, los coros, la presencia de la batería: juro que hasta ese momento la caja parecía una caja de galletas golpeada por un par de lapiceros. ubicados en una privilegiada posición (y es que, sin darnos cuenta, nos habíamos colado en la zona reservada para los minusválidos: vacía de éstos, por otra parte) disfrutamos de un concierto tan bonito como el de hace unos meses siendo como fue completamente diferente al de entonces. si en la riviera el grupo estaba todavía engrasándose para una extensa gira de presentación de su nuevo disco y tiraron de grandes clásicos para satisfacer a todos los que durante tantos años no les pudimos ver en madrid, esta vez los clásicos, vamos, esas canciones que aparecerían en cualquier grandes éxitos de crowded house que se precie, fueron solo una parte muy pequeña del concierto. tocaron varias nuevas (muy muy bonitas). tocaron canciones de su último disco que seguramente no estén entre las favoritas del público y rescataron joyas del pasado. si a todo esto le unimos el detalle de contar en la banda como guitarrista eléctrico y acústico ocasional al hijo de neil finn (¿liam, el del disco del mismo nombre?) y que además neil estaba realmente feliz y no paraba de improvisar e interpretar trozos de canciones de otros que entraban perfectamente al final de las suyas propias... si a todo esto le unimos el sitio privilegiado en el que estuvimos viéndoles y la buena disposición con la que fuimos, todo un diez de nuevo. esperamos con fruición sus nuevas grabaciones y rebuscaremos de nuevo entre la carrera de neil en solitario así como en la de su hijo.