jueves, 23 de agosto de 2007

Good morning Vietnam (9) - 9 de julio de 2007

Sent: Monday, July 9, 2007 9:16:19 PM
Subject: Re: good mornign vietnaaaaammmmm

nuestras ultimas horas en saigon. todo lo bueno se acaba. la luna de miel deberia dura muchas mas semanas. cuando llegue al trabajo voy a pedir el cambio, que no voy a poder con mi alma. el dia de hoy esta siendo duro. anoche, los gin tonics y las cervezas de la noche de saigon y esta manana, la cruda realidad de ¡por qué tuvimos que beber anoche!. hemos recogido y dejado todo en la recepcion del hotel hasta que a las 8 de la tarde volvamos para coger un taxi al aeropuerto. el sabado vietnamita no difiere mucho del resto de los dias. hoy parece que hace mejor tiempo, al menos no parece que vaya a llover. apanamos con un taxista el viaje a cu chi para visitar los celebres tuneles que durante cerca de 30 anos pusieron en jaque a los franceses primero y luego a los americanos. aprovechamos el atasco de salida y la casi hora y media de trayecto para echarnos una siesta. las guias enganan. los tuneles visitables estan a unos 60 kilometros del centro de
saigon. llegamos justo a la
hora a la que empieza una visita guiada a este parque de atracciones de los horrores de la guerra de guerrillas. hay un monton de turistas y la rapidez con la que habla el guia asi como el acento tan peculiar hace que me pierda parte de la explicacion, pero no todo. empezamos en una sala en la que tienen un corte transversal de los tuneles: a la izquierda el rio saigon, desde el que incluso podian acceder a uno de los tres niveles de cada tunel. a la derecha la tierra y las galerias. es increible que nos muestre como gran parte de los comites del partido comunista, del vietcong o del frente de liberacion nacional de la epoca se celebraran bajo tierra en salas subterraneas preparadas para estos asuntos. los tuneles albergaron decenas de miles de vietnamitas y probablemente cerca de la mitad de ellos murieran bajo tierra. a los americanos les trejeron por la calle de la amargura sobre todo porque no fueron conscientes de haber montado una base de
operaciones justo encima de
uno de ellos: por las noches los del vietcong salian, robaban y seguramente se cepillaban a algun yanqui ante la sorpresa de los primeros, que no sabian como eran capaces de llegar hasta aqui las tropas del vietcong. pero el guia nunca habla de que ningun vietcong matara a nadie. y tampoco explica como se controlaba esto durante el dia y la noche. la noche esta clara: mandaba el vietcong. pero durante el dia, como se las apanaban para que los del sur no desvelaran nada habida cuenta de que estaban a 60 kilometros de saigon. no parece que pudiera ser por alguna razon distinta al miedo que debian tener la gente en el cuerpo en esta epoca. de todos modos, lo sorprendente del guia es que nos cuenta que el estuvo trabajando entre el 75 y el 80 en estos campos avisando a la gente de que la guerra habia terminado, identificando cadaveres de ambos bandos, liberando rehenes americanos, etc. Nos intenta hacer ponernos en cuclillas como hacian los charlies y ni uno
de nosotros es
capaz de hacerlo. Pero estabamos en la sala primera. Nos invita a salir al campo a dar un paseo. Y este campo es un tupido bosque de árboles entre los cuales hay dibujado un camino artificial que recorre las atracciones de este atracón de información sobre la guerra de guerrillas. La primera parada del camino y debajo de algo de maleza aparece la entrada a uno de los cientos de túneles. Algunos, los más pequeños, se atreven a meter su cuerpo. La mayoría observa, ríe y hace fotos pensando que por ahí sus carnes quedarían bloqueadas al primer intento. Nos enseña el guía unos cuantos de los atractivos de los túneles: caminos para llevar el agua al río y que no inunden las entradas al subterráneo y reproducciones de las salas de reuniones, salas de fabricación de armas, monográfico de trampas, cada cual más cruda y más despiadada... La fina ironía del guía nos hace olvidar lo que debieron sufrir aquellos que fueron atrapados por estas
trampas primarias, puro ingenio contra las
últimas tecnologías de los americanos aquellos años. Precisamente hay un tanque americano abandonado en medio del campo, tal y como quedó en aquellos años de guerra. La gente se hace fotos subida a él sin reparar en que al otro lado del mismo una enorme tarántula espera un descuidado movimiento... ¡qué asco! Dejamos atrás el tanque y nos dirigimos a la pieza clave de esta visita: recorrer un tunel real de más de un kilómetro bajo tierra. Mónica dice que ni de coña. Yo también, aunque termino entrando al menos para bajar a la parte más estrecha y profunda (no más de 130 cm de alto, 50 de ancho... un agobio, pero se está fresquito...). Lo justo para echar unas fotos y recular. No le veo placer a sufrir aquí dentro. Hay una salida pocos metros más allá de la entrada para aquellos que deciden que escasos metros son suficientes y no pueden dar la vuelta porque ni hay sitio para darla ni la gente que viene por detrás les va a dejar... veo
a unos cuantos salir asustados en esta
salida de emergencia. El resto llega hasta el final. Un par de maquetas más a escala real de cómo vivían bajo el suelo y se acabaron los túneles de Cu Chi. La experiencia ha merecido la pena. Lo que no merece tanto la pena es lo que se hace a medio camino de la visita: pegar unos tiros con alguna de las armas que usaron el vietcong o los americanos por estos lares. Compramos 10 balas de Ak47, si no me equivoco, de fabricación rusa y no le acertamos al blanco ni a la de diez. Eso sí, el ruido es ensordecedor y Mónica con cascos y metralleta da mucho miedo: yo la grabo disparando pero ella a mí no: ¡se le olvida que la cámara de video tiene una tapa que protege el objetivo cuando ésta no se usa!
La vuelta a Saigon nos la pasamos sobando. No hay tanto atasco como a la ida y llegamos antes. Pedimos al taxista que nos deje en la puerta del Palacio de la Presidencia, que es otra de las cosas que queremos ver hoy. Como cierran a las cuatro de la tarde decidimos meternos algo entre pecho y espalda antes en un sitio que es todo un descubrimiento en Saigon: un bar de bocadillos a la usanza más europea: tienen hasta tortilla de patatas... yo le doy al salami con queso de cabra y me sabe a gloria, claro, que con estos precios, creo que los vietnamitas en su vida sabrán del sabor del salami. El Palacio de la Presidencia no es bonito. Ni siquiera un poco. Pero tiene mucha historia detrás y merece la pena la visita. El edificio como tal sirvió al último presidente de la república de Vietnam del Sur hasta que fue derrocado en el 75 con la entrada de los tanques del Vietcong en Saigon. Y todo quedó en este Palacio tal y como fue en aquel momento. Y esto
es lo interesante. Creo
que se sigue utilizando para recibir a jefes de estado y personalidades pero poco más. De hecho es cierto que todo está tal y como estuvo aquel abril del 75. La sala de cine, la sala de juegos, las habitaciones del presidente, uno de sus coches, las cocinas, el helipuerto, helicóptero incluído. En la sala de conferencias de la planta baja hay un estupendo busto de Ho Chi Minh ante el que todo el mundo quiere fotografiarse. Hay una exposición que cuenta los momentos por los que pasó el Palacio y es realmente interesante, aunque conste simplemente de unas decenas de fotos ordenadas cronológicamente. Y es que una imagen vale más que mil palabras: y si no, que se lo pregunten a quien preferiría que en lugar de estas parrafadas hubiese colgado unas cuantas fotos de este viaje.
Del Palacio nuestro deambular nos lleva hacia la zona del hotel Rex pasando por el museo Ho Chi Minh... hacemos tiempo comprando a última hora algunos regalos: básicamente alguna camiseta y gorra. Nos damos un paseo en ciclotaxi. El conductor parecía majete y luego resulta que nos pide mucho más de lo acordado: me toca los pies que siempre pase igual. Y además, lo que le pago es un pastón para esta gente y no lo digo desde el punto de vista del típico occidental crecido gracias al poder de su moneda. Nos termina dejando junto a la tienda de instrumentos musicales donde hoy la señora se da una crema asquerosa hecha de qué se yo en la cara mientras me vende por 30 euros una guitarra hawaiana estupenda marca Fender... Poco más, nos retiramos al hotel. Le echamos morro, subimos a la sexta planta y nos damos un baño en la piscina que está sola para nosotros y una ducha en los aseos de la misma. No es que seamos unos atrevidos, lo hemos pactado con
los del hotel y nos han dicho
que no hay problema. Nos sienta de cine. Esperamos nuestra última media hora en el bar de la azotea del Rex, tomando nuestra última ba ba ba, es decir, nuestra última 333, cerveza exquisita de esta tierra. El taxi viene a por nosotros a las 8 en punto de la tarde. Partimos al aeropuerto. Es sábado por la noche y nos esperan 24 horas de viaje hasta llegar a Madrid. Las 12 primeras de salto Saigon París las hacemos durmiendo en su casi totalidad. Me fumo una peli y el resto, duermo y como. En París, hacemos la machada: tenemos cuatro horas de espera para el vuelo de Madrid así que cogemos un autobús y nos vamos a desayunar a los Campos Elíseos, delante del Arco del Triunfo. Hay un estupendo McCafé en el que compramos café, leche y croissants... no podemos hacer fotos porque a Mónica sele cae la cámara al suelo y se nos estropea: definitivamente la idea del viaje relámpago a París no ha sido demasiado buena. La mujer del autobús que regresa
al Charles de Gaulle es la misma
con la que vinimos: se ríe al vernos, porque no ha pasado ni una hora desde que llegamos. Es una boutade, pero ha estado muy bien. París vale esto y mucho más. El vuelo de vuelta a Madrid tiene casi dos horas de retraso porque nos quedamos esperando a un colegio de yanquis que llega tarde de Los Ángeles. Aterrizamos a eso de las 16:00 en Barajas. Son las 21:00 horas en Saigon... hace 25 horas que salímos del Hotel Rex. Hace cerca de 35 grados en Madrid y el sopor es insoportable... Nos reciben mis padres y la hermana de Mónica, su sobrina Pilar y Emilio. Nos vamos a casa. Nadal está empatando con Federer en la final de Winbledon... Termina perdiendo, una pena. Estamos agotados. Nos quedamos dormidos poco más allá de las 21:00. Mañana hay que currar y mucho. El viaje ha acabado. Nos dormimos abrazados de nuevo porque, recordadlo, esto ha sido una luna de miel. Atípica por los comentarios recibidos pero inolvidable sin ninguna duda. Espero
repetir tantas veces como pueda.
Ahora mismo son las 21:14 de lunes 9 de julio. He currado de 8 a 6 como un negro. Los párpados se me caen. Esta semana escribiré el último correo, el de la reflexión final sobre el viaje y algunas cosas más. Ahora, espera un gazpacho de bote y la cama que me llama susurrando: ¡a dormir!

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Cool blog, I hadn't come across mividacomorogersincero.blogspot.com earlier during my searches!
Keep up the good work!

Anónimo dijo...

Aaron Rodgers Green Jersey axiotakix
Aldon Smith Women's Jersey axiotakix
Nike Andrew Luck Jersey axiotakix
http://www.authenticnikeseahawksjersey.com

Anónimo dijo...

Arian Foster Elite Jersey axiotakix
Larry Fitzgerald Jersey axiotakix
Darren McFadden Women's Jersey axiotakix
http://www.authenticnikeredskinsjersey.com

Anónimo dijo...

top [url=http://www.001casino.com/]001[/url] check the latest [url=http://www.realcazinoz.com/]casino bonus[/url] manumitted no store reward at the foremost [url=http://www.baywatchcasino.com/]no lay down tip
[/url].

Anónimo dijo...

|
|
|

Anónimo dijo...

[url=http://buy-methylprednisolone.webspawner.com/]harga methylprednisolone 4mg
[/url] efectos secundarios de medrol 4mg
is depo medrol a steroid
que contiene medrol