sábado, 17 de enero de 2009

primary five en la pequeña bety

primary five es el grupo de paul quinn, batería de teenage fanclub en sus dos discos más celebrados por el público más mayoritario: grand prix y songs from the northern britain. estos dos discos son geniales. pero siempre pensé que la batería no era gran cosa. que era sencilla. efectiva. poco más. paul quinn era su responsable. la magia de teenage fanclub para muchos desapareció con howdy y man-made, sus dos últimos discos hasta la fecha. no para mí. francis macdonald, batería del grupo en los primeros tiempos, aquellos del a catholic education, se hacía cargo de nuevo de aporrear las baquetas y teenage fanclub se hacían definitivamente adultos creando canciones maravillosas, buscando mas identidades, desafiando a los que les encasillaron como simples puestas al dia del legado de big star al principio, y del de neil young y los byrds después. las baterías de estos dos últimos discos son más percusión que mera base rítmica. son absolutamente maravillosas. paul quinn ya había dejado el grupo por entonces y por lo que parece ya había empezado a pergeñar su proyecto en solitario: primary five. cuentan que nadie era consciente de que paul tocara guitarra, bajos y cantara. y menos de que compusiera. y por eso fue tan sorprendente que de un día para otro apareciera con su primera colección de canciones. de sonido maquetero, no lo negaremos, pero de sencilla, genial y armónica ejecución. esto lo dice otro glasgowliano ilustre, mr. duglas t. stewart, de los geniales bmx bandits, en las notas internas de uno de los discos del grupo que hoy nos ocupa. primary five son básicamente las canciones de paul, interpretadas al estilo teenage fanclub de, sobre todo, grand prix, pero con un sonido más cercano al de los grupos C86, con imperfecciones y simplificaciones en sonidos y arreglos a lo, por ejemplo, los míticos "the vaselines" (que este año, por cierto, vienen a tocar al primavera sound de barcelona). con una voz de registro limitado, con una capacidad melódica semejante a la de daniel wylie (aunque con resultados menos geniales que los del creador de los cosmic rough riders) y con una querencia por los medios tiempos, las melodías pop de tres o cuatro acordes por canción y las segundas voces "a lo byrds", el segundo disco de primary five, "go", parece ser el más apreciado por sus seguidores. a mí me gusta. lo compré. está bien. nunca me ha hecho sentir lo que he sentido por cualquiera de los discos de teenage fanclub, pero tiene unas cuantas melodías memorables que lo hacen bastante agradable y recomendable. me acerqué al concierto de primary five sin haber oído su nuevo disco, "high five". y casi por casualidad. resulta que el organizador del evento es casi más que conocido mío y por algún azar del destino nunca me entero de los conciertos que monta (sin ir más lejos acabo de enterarme, a toro pasado, de que los míticos protones tocaron anoche viernes en la sala wurlitzer ballroom como aperitivo de lo que será su esperadísima reunión aniversario de 15 años desde la aparición de su primeras canciones con rock indiana). ahora ya he escuchado unas tres veces el nuevo disco (2008) de primary five y he de decir que abunda en lo ya hablado. dos canciones geniales y un resto de piezas que están bien pero que de simples y quizás ya oídas no dejan de ser más que una fotocopia graciosa y simpática (pero poco más) de aquel grupo genial en el que tocó la batería. quizás esté siendo demasiado duro con primary five...retomaré el relato. intentaré ser más indulgente. pero es que... además el concierto fue bastante poco afortunado y me fastidia. me cuentan que porque las últimas semanas ha perdido a su guitarrista, bajista y batería y ha tenido que a la carrera reformar la banda con tres chavales voluntariosos. y así es. tres chavales de poco más de veinte años (o menos, quizás), aliados con un tipo que no cumple ya quizás los cuarenta y cinco. el cuadro es simpático. el escenario lo preparan sus chicos y él sale cuando está ya todo dispuesto. telecaster en ristre. a su derecha, un guitarra rítmica que no hará un solo "solo", arpegio ni arreglo en todo el concierto sino únicamente seguir el ritmo a la par que paul, con, ahora una epiphone, ahora una acústica. sonriente, le hace un coro en una de las canciones más prometedoras de "high five" y poco más. el resto de la banda acompañante no lleva micro. quiere esto decir que las armonías de los discos hoy habrá que imaginárselas. a su izquierda, un bajista correcto y al fondo, un batería que por mucho que se empeñe no consigue terminar de dejar las canciones redondas (¿falta de ensayos?) y que además por mucho que le pegue no consigue que nos llegue completa la presencia de la batería (y es que la pequeña bety está muy bien pero los amplificadores de guitarra y bajo suelen comerse el sonido de la bateria en cuanto uno se aleja pocas filas del escenario...). paul cambia el sonido limpio por uno saturado que es quizás lo que más me gusta del concierto porque me suena a como sonaban, por ejemplo, teenage fanclub cuando empezaban: ruido. mola. las canciones se suceden. las dos primeras son las dos mejores de su primer disco. a la octava o así se queda solo con la acústica y toca y canta (leyendo las letras) un par de canciones más tranquilas: preciosas, pero todo muy "por los pelos". la banda regresa y siguen dándole al rock and roll, como él dice. paul se esmera por caer bien. tiene pinta de ser buen tipo y a buen seguro que lo es. recuerda al norman más majete, ese que se comunicaba afablemente con el público en los conciertos de teenage fanclub. siento repetirme en las comparaciones pero es que si tocaste en un grupo y la música que haces es idéntica a la de ese grupo, no hay más remedio. el concierto se va acabando con la sensación de haber podido estar en algo mucho mejor y haber estado en algo bastante reguleras: como si paul nos hubiera invitado a su garaje a tomar unas birras y verle actuar con tres colegas. y es que es así. el alegrón de la jornada me lo llevo al comprobar en la programación de la pequeña bety que a final de mes actúa el mítico harvey williams, del que tengo un mini LP preciosísimo. genial. va a ser verdad eso que me comentaba alguien de que con lo poco que cuesta ahora pagar cuatro billetes con mucha antelación en una compañía aérea de bajo coste vamos a ver por nuestros escenarios pequeños a un montón de bandas de tercera (en fama) inglesas que van a hacerle mucha competencia a todos los grupos de aquí. y es que el año ha empezado con una programación impresionante, con quince o veinte conciertos programados cada día del fin de semana y cosas interesantes casi todas las semanas. ésta, sin ir más lejos, tocó en moby dick un tipo llamado pelle carlberg del que únicamente conocía una canción genial y al que puse los cuernos por ver a primary five en la pequeña bety... me dijeron mis espías que hubiera salido del moby con una sonrisa de oreja a oreja... pues eso, que he empezado equivocándome.

antes de terminar, unas palabras para el grupo que abrió para primary five: the brass buttons. gaditanos, con lazos musicales con la familia maddening flames y driver 8. bajo, batería, guitarra eléctrica y guitarra acústica para acompañar una dulce pero muy sosa en directo voz cantante de chica. pop country californiano de ejecución perfecta pero falto de un poco de vida en directo. me tengo que comprar el disco porque las canciones son realmente bonitas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Con los ojos inyectados en sangre te digo que, efectivamente, el concierto de pelle fue sensacional. No tanto su último disco, que adquirí allí y que, después del conciertazo presenciado en Moby Dick, es más flojo de lo que me esperaba. No quiero decir que esté mal, sólo que esperaba más. Eso sí, hay tres temas grandes grandes.

Lo de los ojos inyectados en sangre es por leer tanta letra junta, sin fotos, sin párrafos separados... ¡Roger, cuida a tus lectores!

rogersincero dijo...

buzastro, verás que he empezado a cuidar un poco la "maquetación" de esta mi humilde bitácora... todo por contentarte... y que no te tengas que poner gafas.

yo del pelle carlberg tengo una canción que se llama no sé que de un mobile phone que es superdivertida.