con la satisfacción de haber visto a josh ritter en moby dick me planté en el festival primavera club con muchas ganas. compré mi abono cuando todavía no sabía ni quien venía a tocar. solo porque alguien me filtró que posiblemente en el cartel estuviera ron sexsmith. al final no fue así. pero da igual. hubiera comprado las entradas igual porque me fío del primavera sound y me fio por lo tanto de lo que podría ser el primer primavera club en madrid, en salas de medio aforo.
el miércoles no hice más que recoger mi abono en la sala nasti y no me quedé a ver a nadie.
el jueves la joy eslava presentaba un cartel gruñón punkarra. dos grupos muy jóvenes y de los que la prensa hablaba muy bien y unos clásicos de los noventa en eso del rock más áspero, entre el grunge y el psycho rock. los primeros, the lovvers y mika miko. los segundos, boss hog. bastaron los dos primeros conciertos para huir de la joy eslava. the lovvers son un trío de batería, bajo y guitarra que hacen canciones que en general duran poco más de dos minutos pero que a veces se alargan innecesariamente en esa extraña creencia que es el pensar estar creando una atmósfera ruidista. casi al principio hicieron su hit (no recuerdo su título). desconozco todavía qué tiene esta canción de hit. estoy buscándole una explicación a este fenómeno. me pareció un concierto malo. con tres tipos que pasaban del público y que además no tenían nada que ofrecer más allá de ruído y canciones feas. les siguieron mika miko. me dijeron que me iban a gustar. grupo de chicas muy jóvenes. muy punkis ellas. y sin una maldita canción. dos recias bajista y guitarrista que pasarán por poco de los veinte años llevando el peso de unas canciones simples de un punk cercano a lo que a veces fueron dictators. dos cantantes muy muy jóvenes. una morena y de pelo rizado que berreaba a la izquierda y una rubia que parecía sacada de un tebeo de esther del año 80 y cuyo punto de originalidad residía en cantarle no a un micrófono clasico sino a un aparato de teléfono de color creo recordar rojo y que distorsionaba su voz como cuando pasa el sonido de la voz de alguien por un... teléfono. chico a la batería que le dio unas buenas hostias a caja y bombo y poco más. si estas eran las promesas de la noche, no quise seguir aumentano las posibilidades de llegar a casa con un gran dolor de cabeza por eso de que estaban a punto de salir boss hog. nunca les había visto pero sí oído en los noventa en varias ocasiones por eso de la relación entre su líder y jon spencer, otro al que no digiero por más que lo haya intentado. un colega me dijo que para esto mejor hubieran puesto tres bandas de las que tocan con frecuencia en la gruta 77 y que mucho mejor lo hubiéramos pasado. probablemente. pero no habría sido tan cool. a ver si leo las crónicas de este concierto en alguna revista para saber exactamente qué me perdí o qué no supe ver.
el día siguiente, viernes, la cosa prometía bastante más. la primera banda que actuó en joy eslava venía avalada por un "molan" de un colega. poco más. the extraordinaries. y molaron mucho. un líder de gestos imposibles a lo popeye el marino soy y que tocaba una guitarra acústica decorada con aletas y todo de pez azul. genial. un bajista que también tocaba el teclado y cantaba (y que aporreó la batería en una). un teclista tan "nerd" como el de spinto band. la atención centrada en el líder, el cantante. un poco de music hall, un poco de power pop, algo de americana. gran sonido. y mucha diversión. tanta que apeteció pasear hasta el puesto de venta de discos para hacerse con una de las dos maravillosas ediciones limitadas y hechas a mano de sus discos. compré el libro disco del barco velero en la portada. precioso. digno de ver. si pasan por mi casa pídanme que se lo muestre. es todo un libro de pasta dura con dibujos e historias y con el sobre y ficha en la contra de la portada al estilo de lo que ponen en los libros de las bibliotecas. un derroche de imaginación para un disco que he escuchado ya unas cuantas veces y está sinceramente bien. una gran sorpresa la de los extraordinaries.
les siguieron los chicos y chica de la buena vida. había ganas. tocaban su disco soidemersol, el completamente orquestado según los arreglos del barroco louis philippe. si te gusta ese disco y te gusta la buena vida, el concierto fue impecable. con una orquestina de casi diez miembros, la buena vida tocó el disco una a una en el mismo orden que en la grabación original. sonido muy bueno salvo el principio titubeante en el volumen de la orquesta. iranzu cantando más afinada que nunca. me encantó verles. es un disco al que tengo mucho cariño. fue en su día una apuesta para ellos por eso de hacer algo mucho más delicado que naif, porque naif era en mi opinión todo lo que habían grabado hasta entonces. entrañable. da gusto saber que siguen activos aunque su actividad sea baja.
terminaron los conciertos el viernes en joy eslava con el incomprensiblemente ensalzado por la prensa indie eli paperboy reed. no entiendo por qué eli sí y cualquier otro no. es la gran cuestión. no es que sea soul ultraclásico. es que además el chico copia descaradamente canciones de las más populares del cancionero soul (otis redding, wilson picket) y maneras de los más famosos intérpretes del género (james brown). para un tipo que procura no tener muchos prejuicios (ese intento ser yo) el concierto fue tremebundo. creo que lo dio todo. supongo que es fácil advertir que después de unos sosías como la buena vida cualquier cosa debe ser interpretada como "darlo todo". eli canta maravillosamente bien y además toca la guitarra eléctrica con un pulso firme envidiable. la banda es muy buena. tres piezas de viento, bajo, batería y guitarra. muy correctos. pulcros. cuidadosos al máximo con el detalle. muy buenos en lo suyo. el soul es un género que ha evolucionado mucho desde finales de los años cincuenta. eli hace el soul más clásico, el más inmediato. el que viene en los manuales. eso es bueno pero también es malo cuando viene avalado como "the last great thing". ¿por qué señores de la prensa musical mundial? ¿porque es blanco?
después de un bocata de jamón nos fuimos a ver lo que resultó ser el concierto de la noche: darren hayman, de hefner, haciendo las canciones de hefner. en la sala el sol. hefner fue un grupo que pude ver hace unos años y del que tengo varios discos. me encantan. no solo su forma de cantar sino sus letras y su manera tan sencilla de llevar el peso de las canciones rasgueando su guitarra eléctrica. un poco violent femmes. un tipo feo que probablemente sea uno de los mejores compositores pop de la gran bretaña. tocó muchas de las canciones que él mismo ya catalogó como himnos desde la contraportada de sus grabaciones. y bien cierto es que lo son. tocó algunas que dijo en tiempo hefner no solían hacer en directo. y gran parte del tiempo estuvo acompañado por dos y hasta tres miembros del grupo the wave pictures, una especie de discípulos en eso de la canción pop al estilo hefner. puso a bailar a la sala el sol entera. coreamos sus canciones mas conocidos como auténticos hooligans. fue una gran noche. un gran cierre para un muy interesante sábado.
el domingo solo pude ver una cosa: the dodos. tenía otros compromisos. me han hablado muy bien de su disco. me he metido en su myspace y no le veo nada atractivo. me lo han pinchado y tampoco. así que, después de leer y releer sus bonanzas, qué menos que intentar buscar el quid de su cuestión en su directo. y... me temo que no lo encontré. me parecieron insoportablemente soporíferos. son dos pero se hacen acompañar de un tercero. un cantante guitarrista que desde su sillín rasguea y canta y dos percisionistas que aporrean uno una batería sin bombo ni charles y el otro montones de cacharros raros, entre ellos una gigantesca marimba. las canciones no me enganchan. he de reconocer eso sí su destreza a los instrumentos. muy buenos. pero poco más. creo que vampire weekend, en esto del afroindieyanqui les dan mil vueltas. básicamente por la capacidad de estos últimos para escribir canciones irresistiblemente pop.
el año acabó para mí en los escenarios con un concierto muy especial en el café de la palma el pasado viernes 26. el grupo madrileño wild honey tocando el disco navideño de phil spector, su christmas gift. muy bonito. desconozco si wild honey siempre tocan con una instrumentación tan de juguete: sin bajo, con una batería escondida, con dos guitarras acústicas, con melódica, flauta dulce, flauta travesera... me desarmó el white christmas del principio y sobre todo la canción con la que cerraron el concierto (que es la que cierra el disco). anita creo que se llamaba una de las tres chicas, la que más cantaba: vozarrón super ronette. qué descubrimiento. tengo que investigar a wild honey porque este concierto fue sencillamente delicioso.
feliz año 2009
3 comentarios:
mis mejores deseos más sinceros para Roger!!!! que sean muchos los conciertos buenos a los que vayamos este año; si en alguno coincidimos, mejor que mejor!
Me ha hecho mucha gracia que la adolescente punk se pareciera a la pecosilla de Esther..
Buf, qué bueno: los Wave Pictures, ya me imagino el bailoteo!
besos y a ver si nos decidimos con TINDERSTICKS, yo estoy con necesidad de recortar pero creo que sí me animo, lo veo una joya para no perder.
muchos besos
por cierto, lo que más me ha llamado la atención de todo el post ha sido ese bonito disco-libro de la portada de velero. Cómo se llama? se vende normalmente? Me parece algo muy digno de comprar, yo que soy una loca de los libros ilustrados y artísticos, si el disco fuera bueno, claro. besosssssssss
Mi disco libro de los Extraordinaires es mucho mucho más bonito que el suyo. Y lo sabe.
Lo que dice la prensa enrollada, es decir Rockdelux, sobre los conciertos del jueves es que Mika Miko son candidatas a suceder a Sleater Kinney. A los Lovvers los ponen un poquito a parir (en Barcelona se quejaron de que el público era poco receptivo) y de Boss Hog dicen: "arrojaron alguna interpretación intensa que justificó su presencia". En fin.
Tenemos que hacer intercambio de discos extraordinarios. O eso o le doy al emule. Tú mismo.
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