sábado, 10 de mayo de 2008

james (y jonston) en la sala la riviera, madrid

no vi más que cuatro canciones de jonston. el sonido no fue bueno. una pena. ellos tocaron muy bien. ocupando una pequeña parte del escenario para no molestar demasiado a los protagonistas de la noche. no les vio mucha gente porque aunque las puertas abrieran a las ocho nadie aún se cree que en este país los conciertos puedan empezar a una hora temprana (una pena, sin embargo).

james se hicieron esperar. la sala ya estaba llena y hacía calor. estaba cansado y por momentos empezaba a dudar de si había sido buena idea venir a verles. no tenía referencias de su concierto del año pasado en el festival summercase. tampoco he escuchado ningún disco suyo desde "laid". de hecho para mí james, que llevan en activo desde posiblemente el año 1981, son básicamente tres discos de la primera mitad de los años noventa. tres discos que coinciden con mi época de estudiante universitario: gold mother, seven y laid. tres discos memorables, sobre todo el último. nunca he encontrado a nadie en mi círculo de amigos apasionados por la música a los que james le hayan llamado la atención. raro. supongo que por alguna razón a mí sí me gustaban. y no sé cuál es. gold mother era como el despertar a aquel maravilloso sueño que fue madchester. con ecos todavía de aquellos sonidos medio bailables medio hipnóticos que mejor que james capturaron gente como happy mondays. seven fue el disco que les llevó a ser reconocidos mundialmente pero también recuerdo que fue el disco al que más maltrató la crítica de la época: nadie les perdona la ampulosidad, el sonido estadio, el que en algunas canciones recordaran a los simple minds más grandilocuentes, el que fueran siempre buscando el estribillo coreable en masa por hordas de fans hipnotizados: sin embargo a mí me parece que sus letras y sus canciones son perfectas. identifican un momento de mi vida y, tal como desvelaré en unas líneas, me siguen pareciendo absolutamente arrebatadoras. hoy soy sincero. y ya no tengo que justificar absolutamente nada. sé, después de haberles visto con el paso de los años, que aquellas canciones me siguen pareciendo muy buenas. laid fue el experimento. brian eno debió encontrarse con un grupo muy sólido con una enorme capacidad para la improvisación y les ayudó a hacer un disco que para mí es uno de los mejores momentos de los años noventa. luego, les perdí la pista. recopilatorios, discos experimentales, grabaciones en directo... tom booth en solitario con, glups, angelo badalamenti... ese poso new age (que no new wave) que tenían acabó con mis ganas de acercarme a nada más de lo que quisiera que hicieran. y me olvidé de ellos. hasta hoy.

un escenario sobrio, con una iluminación sobria. salen los siete componentes de james y, vaya, tim booth aparece con muletas. si algo debe tener tim en directo es una irresistible necesidad de no quedarse quieto: pues bien, hoy me temo que va a tener que sufrir sentado en una silla y el resto vamos a tener que sufrir por verle sentado en una silla. la banda, parece ser la de siempre. james creo que siempre han sido seis o siete. nunca me ha quedado claro. llaman la atención varias cosas a lo largo del concierto. tim sentado. tim absolutamente calvo. con perilla. delgado, muy delgado. con un traje de pantalón y chaqueta medio circense medio "pijama". y una horrible camiseta negra con dos pechos de mujer pintados en ella. batería en pedestal, correcta. un bajista que yo sospecho no sea miembro de toda la vida de la banda. juega a estar en un segundo plano. lleva un bajo que si bien es de cuatro cuerdas, utiliza como si fuera una guitarra. me da un poco de repelús el bajista de maneras guitarreras jazzeras. prejuicios. este hombre toca como quiere y lo que quiere. no es mi ideal de bajo en un grupo de pop... pero tampoco james son el grupo de pop al uso. de las dos guitarras, a la derecha el solista parapetado tras unas gafas de sol y un gorro que disimule otra buena calva. y a la izquierda, el que hará las veces de animador en ausencia de tim: guitarra acústica de doce cuerdas, eléctrica, ocasional segunda batería sin bombo y violín. por último, y vistiendo un floreado vestido de mujer encima de unos pantalones vaqueros, el trompetista y ocasional corista y hacedor de ritmos, ruídos y alguna cosa más: no para de paserse por el escenario. es una especie de histriónica "millán martes y trece" que en más de una canción solo toca la pandereta y baila al estilo de aquel bailarín que llevaban desde el principio happy mondays. atrás, discreto y creando colchones sonores de teclado y de vez en cuando pianos de acompañamiento, el teclista.

abren con "born of frustation", quizás la canción más "simple minds" que nunca escribieran. y el aforo entero la corea. el sonido al principio no es bueno pero va mejorando poco a poco. al final no es brillante y se pierden muchos matices, sobre todo los coros, la trompeta cuando tiene que sobresalir del muro que crean el resto de los instrumentos y el teclado. aún así, es más que decente para el jaleo que se monta en determinados pasajes de las canciones.

seven creo que es el disco del que tocan más canciones. a la mencionada anteriormente le seguirán sound, seven, ring the bells... de laid solo tocan out to get you y sometimes (de penúltimo bis). una pena que no le den más chance. mi momento favorito de todo el concierto es "out to get you": ese tipo de canción que va creciendo desde casi la nada. es el único momento en que se me ponen los pelos de punta. esperamos sit down con emoción pero decepciona muchísimo. para tocarla despacio e introducida a modo piano bar mejor no tocarla: el respetable no opina lo mismo pero a mí me parece falta de gracia: quizás llevar casi veinte años tocando este himno que es sit down en el reino unido no les apetezca mucho. creo entender a tim que lo tocan como guiño al hecho de que hoy tenga que cantar sentado, que llevan años sin interpretarla. pero puede que no diga esto. el sonido de esta sala es malo incluso para pillar algo dicho por el micrófono. y no creo yo que fuera el inglés, que al cantante de jonston apenas le entendía lo que decía entre canción y canción. uno de lo momentos álgidos sin embargo en "tomorrow". sometimes empieza muy bonita, con una única guitarra eléctrica haciendo un precioso arpegio para luego entrar en esa espiral de acústica y coros. la acaban en un interminable estribillo que termina cantando solo el público. invitan a subir a la gente al escenario y se llena de gente que baila con la pieza final. el grupo parece sinceramente agradecido por la calurosa acogida que ha tenido el concierto.

por momentos el concierto se hace duro porque james es un grupo de músicos que tocan música sin conectar demasiado con el público. si tim está sentado y jodido por ello, el contacto, tan básico en cualquier concierto, se hace más y más complicado. lo bueno de un repertorio plagado de hits es que basta con tocarlos con una sonrisa en la cara y agradeciéndole a la gente el aplauso para meterte al respetable en el bolsillo. y ellos lo consiguen. por este lado, hay que reconocer que james lo hicieron muy bien.

me quedo satisfecho por haberles visto por fin. tim canta como nunca (y no es fácil cantar como él lo hace).

1 comentario:

María Rogel (Lapor) dijo...

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besosssss