jueves, 21 de febrero de 2008

the singles en la boite

the singles cosecharon unas muy buenas críticas por su primer disco grande, hace ahora unos cuatro años. en españa creo que ese disco incluso lo editó houston party, sello especializado en lanzar al mercado español a un precio ajustado referencias ya editadas por, sobre todo, grupos americanos de pop, power-pop, americana o phsyco-pop.

mis únicas referencias a the singles eran éstas. eso y haber disfrutado de las canciones de su myspace. donde, no sé muy bien por qué, me recordaban algo a "the shambles" o "manual scan". poco conocimiento, ya sé, pero el suficiente como para no desperdiciar su paso por madrid para ir a verles.

actuaban en la sala boite, pequeña sala del centro que ha conseguido poco a poco que las bandas no suenen del todo mal. anoche, como el día de "star spangles", fue un acierto colocarse junto al escenario para recibir directamente las ondas de choque de batería y amplis.

the singles aparecieron en el escenario como trío, como lo que son ahora mismo, a pesar de que en su primer disco apercían cuatro personas en la portada. haciendo gala a las tres corbatas de la portada de su segundo largo, "start again", aparecieron en el escenario impecablemente vestidos con traje de chaqueta, corbatas finas e incluso botines.

por algunos momentos, teniendo en cuenta que estábamos en una boite, que los músicos parecían venir directamente del liverpool beat de 1964, que los instrumentos eran igualmente retros y que las canciones bebían, eminentemente, de esa manera de hacer de los grupos del merseybeat, parecía que habíamos entrado en la máquina del tiempo. dato curioso: los tres barbilampiños músicos de detroit llevaban gafas; una pena que solo el bajista las llevara de pasta (era el vivo retrato de peter, el de peter and gordon: ¿o era el vivo retrato de gordon?). pero en directo no tenían ni mucho menos el candor del primo de john lennon y su amigo. anoche fueron una muy bien (salvo contados casos) engrasada máquina de pop, beat y r&b.

atacaron con entusiasmo todo el repertorio, haciendo un único bis preparado y saliendo una última vez ante el delirio del público para tocar una acelerada y power-popera versión del "jumpin' jack flash" de los rolling stones.

entusiasmo, repito, no les faltó. el guitarrista y cantante se mostró diestro a la única guitarra, esa que en un trío poderoso debe llenar muy bien los huecos. la epiphone enchufada al vox ac30 sonaba requetebien, aunque en muchas canciones se echara de menos un juego de dos guitarras que quitara arena a lo que interpretaba, sobre todo en los no muy numerosos medios tiempos. cantando, pues como en el disco. una voz que no termina de romper y que se esconde debajo de bajo, batería y guitarra. no tiene demasiado matiz y se hace un poco monótono. tampoco cultivan el poder evocador de las letras. supongo que, ya puestos, si copias un estilo de hacer canciones tan determinado, no tiene
sentido aplicarle a dichas composiciones literatura más allá del goodbye girl, i want you back, el summer days, el just to see you girl, que es poco más o menos de lo que iban casi todas las revolucionarias canciones de mersey beat de hace más de cuarenta años.

el bajista creo que estuvo un poco fallón y despistado. y aparte, no se le veía muy cómodo en los coros, estaba quizás demasiado forzado. una pena porque en disco pasa algo semejante. y digo una pena porque estas canciones dan para hacer de ellas auténticas sinfonías corales con los coros y segundas y terceras voces.

el batería, sin embargo, me fascinó. con una sencillez plausible atronó la sala durante la poco más de una hora que duró el concierto con sus incontables cabalgadas y relampageantes redobles. parecían de goma esas baquetas. muy
bueno. una pena que no se animara a hacer coros.

the singles son un grupo que entretiene en directo tanto como en disco. no tienen ninguna composición brillante pero mantienen viva la llama de la música más beat. probablemente en 1964 hubieran sido un grupo de tercera o cuarta fila,
uno de tantos grupos de garaje americanos que participaban en las míticas "battle of the bands" y que podían darse con un canto en los dientes si alguna vez eran capaces de escribir una canción memorable que alguien editara en single
y que les permitiera girar por su estado junto a otras bandas semejantes. ninguna canción de "the singles" es "that thing you do". y quizás haya muchas canciones de este estilo escritas en españa por grupos que no saldrán jamás de
sus fronteras que estén mucho mejor. la suerte de este tipo de grupos americanos es que tocan bien, están muy bien conjuntados y pueden permitirse hacer una gira por europa con un público garantizado semejante al de anoche (unas 80 personas).

independientemente de lo anterior es ciertamente agradable ver en estos tiempos a tres chavales de no más de 25 años aferrados con ahínco a una música que ya era vieja cuando nacieron. quizás con el tiempo den con el estribillo perfecto. mi canción favorita es "love is just a game". anoche la bordaron. y en disco es quizás la más redonda.

lunes, 18 de febrero de 2008

el frío

pues eso, que el frío, un creerse que al sol no se está mal, puede con cualquiera. y pues eso, que el trabajo, un creerse que el dormir es para los débiles, puede con cualquiera. y pues eso, que un virus, ese que viene y se va sin que aparentemente uno haya estado junto a unn enjambre de idems, puede con cualquiera. y así hasta... podría inventar mil excusas para haber dejado desatendido este tonto blog, pero éstas son las más creíbles. y si no, pues nada, que estaba tomando cañas, que también me las merezco. y como no todo iba a ser verdad, algo dejé escrito en borrador y ahora me dispongo a lanzar al universo irreal de los que estamos conectados a internet.

la crítica

dice juan b. bergua en la noticia preliminar a su libro "las mil mejores poesías de la lengua castellana" que "entran dentro de la literatura didáctica las obras críticas. y que su importancia es muy grande, puesto que han de ser la piedra de toque que contraste, aprecie y haga brillar el oro olvidado generalmente, o escondido, entre la siempre tan abundante chatarra literaria. el crítico debe poseer las mismas condiciones que el historiador. es decir, ser veraz e imparcial; y adémás tener gran cultura, un depurado gusto literario, espíritu sintético y comparativo, y a la par profundas dotes analíticas, cualidades todas indispensables para juzgar con acierto, orientar a los lectores, encauzar sus gustos y velar por la pureza y el resplandor de las artes".



leyendo completamente dicha noticia preliminar podemos extender la definición de crítico literario a crítico musical, teatral o, por ejemplo, pictórico. y creo que don juan b. estaría de acuerdo en aplicarle a cualquier crítico que se precie de cualquiera de las anteriores disciplinas los mismos adjetivos que encarecidamente reclama a los directamente aludidos críticos literarios.



y yo jugando a criticón desde este poco sustancioso "blog"... sirva dicha definición para aclarar por tanto que el que esto suscribe, rogersincero, no es un crítico musical. y mucho menos un crítico literario, teatral o deportivo. que de los requisitos anteriores uno solo parece poseer el de la sinceridad... y solo en su impostado apellido

pero es que no hacía falta leer a don juan b. para llegar a semejante conclusión. pero... ¿qué le hago yo si me da por criticar lo que veo, leo, oigo, escucho, o huelo...? ¿eso me convierte en un crítico? ¿en un intruso en el excelso jardín de "el que vela por la pureza de las artes"? como mucho, uno sería... aprendiz de panfletillero, aspirante a "paperback writer". ¡ay, si el ínclito don juan b. pudiera escuchar las rimas del último disco de "la excepción" o los sonetos del impostor sabina! ¿acaso algunas de ellas irían a parar a su inmensa recopilación?

martes, 12 de febrero de 2008

javier de torres en la sala galileo galilei

javier de torres presentaba su ya cuarto disco grande. en la madrileña sala galileo galilei, apoyado por sus incondicionales seguidores. magnífica, por cierto, la elección del recinto, porque cuando al menos el 50% del interés de un músico reside en sus ingeniosas letras hay que cuidar que el público sea capaz de entenderlas por encima del sonido de la banda. una banda, que, sobre el escenario, en el punto álgido, alcanza las 11 personas.

la banda base está formada por un batería que parece llevar dentro un reloj atómico, que no se mete en líos (porque las canciones tampoco lo requieren) pero que decora con matices su ejemplar y regular pegada. al bajo, pepe loser, el mismo que ya presentó con javier su anterior disco, dando tumbos. con su perenne hofner de violín, de cuerdas sorprendentemente brillantes, y al que hoy saca un sonido precioso, redondo, nítido, con muchísimo cuerpo. a las guitarras, carlos (mamá, josé maría granados, patacho...) con su telecaster rítmica conectado a un clásico vox ac30 de sonido vibrante, añejo, precioso: disfruta de lo lindo inventando acompañamientos sobre la marcha... y a la solista, quique cáster, guitarrista de no sé cuantos cientos de grupos, comedido cuando debe y de solos chillones cuando la canción lo requiere. arreglos clásicos roqueros en casi todos los temas y acompañamiento discreto cuando la cosa se pone más íntima. la banda base acaba en jesús redondo, de los secretos, piano y hammond, delicado en las canciones más recogidas y envolvente disfrutando con el órgano en las más vigorosas. al frente, javier, manos en los bolsillos, elegante, con una voz de las que hace que las letras se entiendan (aunque a veces no se comprendan, es muy delgado el límite entre la prosa y la lírica, como dijo aquel), como un duendecillo que desgrana sus canciones poco a poco, como sin pretensiones, pero con la mala leche del que seguro piensa: ahí va eso, a ver cómo te lo tomas. hay profusión de temas del nuevo disco. la mayoría muy breves. demasiado a veces. cuando parece que va a romper el estribillo y llega de nuevo la estrofa... acaba. y a por otra. así es su desconcertante última grabacón. pero también hay tiempo para echar la vista atrás y recuperar canciones de su primer y tercer disco (el segundo ha sido, no sé si consciente o inconscientemente ninguneado).

el concierto dura poco más de una hora. y no hay concesiones a los bises. entre medias, un javier brillante al presentar "las brigadas rojas", jugando de nuevo al desconcierto. y muy bien de voz. a mitad de repertorio se incorporan tres coristas, un par de happy losers e isa (ex-lola), que endulzan la hasta ahora arrebatadora maquinaria roquera. uno de los happy da un paso al frente y se atreve con a llevar la voz cantante en la primera estrofa de amor racial II (sí, esa canción que solo podrás disfrutar si te compras el disco en su versión itunes). y tras las canciones más coreables, aparece en escena un enorme violinista y a las dos canciones la banda queda reducida a dos acústicas, piano y violín. nos ponemos íntimos para hablar de desamores varios. yendo al final, y para cuando javier tiene a su presa paralizada, de nuevo la banda al completo finaliza con eso de "sexo, política y deporte", uno de los más pegadizos estribillos de "insolente", la última grabación de javier de torres.

el mejor momento del concierto, a mi entender: la interpretación en vivo de ese fantástico tango que titula el álbum, insolente.

xxy

a veces las películas son duras, muy duras. sobrias, muy sobrias. frías, muy frías. aunque todo esto es muy subjetivo a veces todos coincidimos. con xxy creo pasa. abstenerse los que gustan del cine con ritmo, algo de acción, un poco de humor, guiños cómplices al que observa desde su butaca. xxy podría pasar por una película dogma. probablemente no cumpla los diez mandamientos de aquél estúpido manifiesto, pero de alguna manera, por alguna razón, se me hace semejante a aquellas películas. en particular, en xxy, predominan los ambientes grises, el sonido del viento como fondo musical. parece suceder durante un invierno frío pero los personajes suelen ir en mangas de camisa. personajes siempre malhumorados. torcidos. renegados. resentidos. ni una sola sonrisa ni carcajada en su afortunadamente corto metraje. un dramón en estado puro.

una niña nacida hermafrodita que acaba de alcanzar su pubertad y tiene que decidir qué camino seguir ayudada por sus padres. porque sus padres cuando nació no decidieron por ella (él). no tenía ni idea de lo habitual del caso. parece que, aunque raro, no es tan raro. resulta que casi siempre se toma la decisión de operar o no operar durante las horas o días posteriores al nacimiento. pero en algunas ocasiones, los padres toman la dura decisión de dejar que sea su hijo, apoyado por ellos, quien decida qué camino seguir. y éste es, simplemente, el tema de la película. durante algo más de media hora te preguntas ¿qué está pasando? ¿cuál es el secreto que esconde el comportamiento de esta gente? hasta que entiendes lo que está pasando. y entiendes lo que va a pasar.

merece la pena que se hagan películas de este tipo, aunque a priori puedan parecer minoritarias. lo sorprendente es que haya sido múltiples veces premiada en su país, argentina, y en algunos otros más. y que además los cineastas argentinos la hayan elegido como representante de su país para los "oscar" de hollywood. porque no es "el hijo de la novia", ni "9 reinas".

into the wld (hacia rutas salvajes)

into the wild (hacia rutas salvajes) es la nueva película dirigida por el, a mi juicio, irregular sean penn. está basada en un libro que desconocía pero que en estados unidos fue un auténtico best seller la pasada década ("into the wild", escrito por jon krakauer a partir de la aventuras de christopher mccandless). fue escrito por alguien a quien impactó la historia de un joven de clase acomodada de la costa este que tras graduarse, y antes incluso de comenzar sus estudios universitarios, decidió donar todos sus ahorros a una ong y desaparecer del mundo que hasta ese momento conocía para vivir en pleno contacto con la naturaleza, para encontrarse consigo mismo: años después del comienzo de su aventura le encontraron en una inhóspita zona de alaska y su historia saltó a la pantalla de todos los noticiarios y a la primera página de todos los periódicos y revistas americanos.

desconozco cómo está contada la historia en el libro. la película se mueve entre el crudo presente en alaska y el viajero pasado de este chico mediante unos flashbacks que no sé porqué me recuerdan mucho a los de la serie "lost (perdidos)".

técnicamente hay una relativa poca uniformidad en la forma de rodar: tan pronto es reglada como de repente pasa a ser caótica, cámara al hombro, eso que se conoce a veces como estilo videoclip. igual pasa con el montaje. y eso descoloca un poco.

otro tanto pasa con la música. las canciones de eddie vedder (cantante de pearl jam) se enmarcan dentro del más clásico "americana" de instrumentación más sobria y atmosférica. son muy bonitas, eso sí. eddie vedder se descubre como un muy buen hacedor de lamentos acústicos. y también muy buen esccritos de letras. pero tengo un pero. casi siempre la aparición de estas canciones es bastante forzada en la narración. y otras veces son además las letras demasiado obvias. se echa de menos un poco más de poesía. no obstante, está bien haber usado a una voz que allá a primeros de los años noventa, que es cuando los hechos contados ocurrieron, despuntaba al frente de un movimiento sónico juvenil que se dio en llamar "grunge".

si se tiene aprecio al medio natural esta película ofrece de una tacada impresionantes escenarios naturales de américa del norte, desde los desiertos de arizona y california, hasta los cañones del colorado, las agrestes tierras mexicanas, las nevadas alturas de alaska, los enormes campos de cereal de ¿oregon?

pero es la historia que cuenta lo que la hace especial. una especie de "on the road" para aquella generación que se dio en llamar X. una búsqueda de la felicidad, del porqué de las cosas, del contacto con la naturaleza, del desapego al dinero y a todo lo establecido. el protagonista es un tipo un poco místico que odia a sus padres porque representan un mundo material, mercantilizado y deshumanizado. provisto de un montón de lectura clásica de impacto juvenil (jack london, thoreau, tolstoi...) se dispone a vangundear por américa con un objetivo final: subsistir el tiempo que pueda en alaska provisto únicamente de un rifle, una guía de plantas silvestres y un conocimiento básico del arte de la caza.

quizás lo más interesante de su periplo sean los contactos con gente a la que va conociendo. una pareja de hippies, un militar jubilado y solitario, un preso en busca y captura que trabaja en el campo... todos parecen fascinados ante su mística. en todos influye aunque ninguno lo hace demasiado en él. lo extraño es que siendo como es un tipo taciturn, parece dotado de un manual de ayuda a los demás a partir de frases geniales escritas por otros decenas incluso cientos de años atrás. todo pretende ser un poco filosófico aunque ralle en lo banal. no obstante, es bastante decepcionante que tras más de dos años de vagabundeo por campos y desiertos concluya que "la felicidad no es lo mismo sino es compartida". ¿realmente necesitó tanto cambio y viaje interno para llegar a esta conclusión? conclusión que, no olvidemos, le hace decidirse a dar por acabada esta aventura...

envidio el arrojo de este personaje. el salto sin red. la búsqueda de sí mismo. espero que el autor de libro basara la historia en todo lo que este chaval dejó escrito en su diario. y supongo también que el protagonista, "alex supertramp", suscribiría su biografía póstuma. al final incluso aparece una foto del personaje real, como si del final de "el resplandor" se tratara...

sábado, 9 de febrero de 2008

the sadies en la ¿sala? dink

anoche tocaron los canadienses "the sadies" (prefiero no saber si esto significa los "tristoncitos" o los "sádicos") en un local madrileño de nombre "dink". seré breve: una mierda de local para albergar conciertos. visibilidad reducida en más de la mitad de las posiciones, poca luz (y seguro que a mala leche), copas caras (por lo que pude escuchar), sonido infame, calor, mucho calor: aire acondicionado de éste que enchufan para, supongo, renovar el aire de vez en cuando y que nadie se les muera... porque no creo que lo hicieran para que estuviésemos más a gusto. resumiendo: lo que podía suponer estar de enhorabuena (nueva sala de conciertos, esta vez encima muy cerquita de mi residencia habitual) se convierte en un, de nuevo, puñetazo de realidad: y es que la música en directo vuelve a maltratarse injustísimamente. cuando más oferta de conciertos hay y cuando más demanda la gente ver a sus grupos favoritos en directo en un escenario, aunque sea pequeño, esto supone un paso atrás. un penoso paso atrás.

pero... intentemos ser positivos. la poquita luz y el difícilmente iluminado escenario le daban a todo anoche un aspecto que yo ya había olvidado. me vinieron, mientras sudaba y mis ojos no paraban de arrojar lagrimones por culpa del humo, dos recuerdos: uno, la mítica sala revolver de la calle galileo. el otro, los conciertos de la velvet underground en la factoría de warhol, en la segunda mitad de los años sesenta. este segundo ficticio deja-vu fue causado por la anteriormente referida iluminación y por el increíble espacial sonido que a rachas llegaba del escenario. el primer recuerdo, por esas estupendas columnas situadas entre el público y el escenario: claro, ¿qué más da? si la gente, total, va a mamarse, pensarán los promotores de todo esto.

afortunadamente, encima del escenario había una banda de otra galaxia. una banda que seguro que ha tenido que comer mucha mierda a lo largo de todos estos años de rock and roll y para los que el escenario de ayer probablemente era lo de menos al verse arropados por una numerosísima audiencia. si de otro grupo se hubiera tratado creo que no hubiera aguantado mucho más de media docena de canciones. pero los sadies pudieron, incluso, hacer sonar bien este infame sitio. empezó el concierto con una batería que a veces era lo casi único que se oía: afortunadamente no hubo un técnico de esos para los que una batería es un bombo lo más alto que pueda estar. de hecho, el bombo apenas sonaba y lo que más martilleaba mis oídos eran la tremenda caja y los luminosos timbales.
dos guitarristas cantantes y un contrabajista (el pobre, escondido detrás de una fabulosa columna levantada justo delante del escenario) completaban la formación. el contrabajo es discreto y le da un toque añejo a la banda. los dos hermanos cantantes y guitarristas forman el núcleo duro del grupo. son el alma de la fiesta. no sonríen en las casi dos horas de show. presentan, de vez en cuando, unas canciones que tocan en grupos de tres o cuatro. sin tregua. son dos elementos de casi dos metros de altura y aspecto de enterrador con telecaster y epiphone a sus hombros. tocan de maravilla y van alternando la voz cantante en las, casi siempre, breves canciones que interpretan. aproximadamente la mitad del repertorio es instrumental: una mezcla de surf cósmico, spaguetti western y country hillbillie bluegrass en el que exhiben sus dotes guitarreras. tocando con púa y dedos, tocando incluso con esa tan poco habitual púa de anillo. y uno de ellos, hasta en dos ocasiones, cogiendo un violín que le da al conjunto un aire todavía más vaquero. tocan pocas canciones pop pero las dos que hacen son preciosas. hay mucho rock and roll, un poco al estilo de la jon spencer blues explosion. aunque no tan salvaje. reverb a tope en los amplis fender. cuerdas de alto calibre en las guitarras. y unas voces, que, una pena, no se entienden del todo bien y que llegan a nuestros oídos algo fantasmagóricas: si he der ser sincero esto le da al concierto un toque extraño y bastante interesante. caen múltiples versiones: una de los birds y otra de los byrds (i wasn't born to follow), flamin' groovies (shake some action), un homenaje a syd barret que me fascina y que creo que es una canción escrita en su memoria (moría el año pasado): increíble psicodelia guitarrera de efectos hipnóticos, de lo mejor de la noche, un pop cósmico que podría haber durado diez minutos más y no hubiera pasado nada. pienso en cómo debían ser en directo beechwood sparks al oir esta tremenda pieza. y como saben hacer de todo, vuelta a lo básico: hay instrumentales que no duran más de un minuto. gran grupo éste que salta de una cosa a la otra sin apenas esfuerzo. se marchan y vuelven para un bis de casi diez canciones. se vuelven a marchar pero vuelven para volver a irse y así hasta en cinco ocasiones.creo que abusaron un poco del entusiasta público. a veces, me repito con frecuencia, es mejor dejar al respetable con ganas de un poquito más y es peligroso llegar a aburrir por exceso. pero es que estos sadies, a la vista de lo generoso en repertorio de sus discos, deben hacer siempre algo parecido.

martes, 5 de febrero de 2008

el cabrero, mayte martín y calixto sánchez en el teatro albéniz de madrid

el festival flamenco de cajamadrid cumple 16 años. ya era hora de presenciar uno de los conciertos que celebra el teatro albéniz en esa semana grande que ha visto pasar por su escenario a enrique morente y a el lebrijano.

el pasado miércoles 30 de enero, abrió el fuego "el cabrero". a mí me resultó flojo. simpático en sus breves y certeras introducciones pero flojo en el cantar. una voz que no daba mucho de sí. y es una pena, porque seguro que ha vivido tiempos muchos mejores. se le entendía perfectamente lo dicho. y no es que fuera problema de voz rasgada que no da más de sí porque su voz es bastante dulce. su guitarra estuvo regular. creo que no estuvieron ninguno de los dos a gusto y eso se nota.

continuó mayte martín. esta barcelonesa es increíble. sin casi concesiones a lo más alegre, esta mujer tiene una voz prodigiosa y un control sobre ella todavía mejor. interpretó cantes que no son habituales, muy sentidos, largos y difíciles de seguir. habló de peteneras, verdiales y cantes mineros. y me encantó el final con garrotín y guajira. por ponerle un pero, digamos que traslada la rectitud y rigurosidad de la interpretación a su forma de interactuar con el público y eso deja, a más de uno, un poco frío. su guitarrista, juan ramón cano, estuvo excepcional.

acabó la noche calixto sánchez, más verbenero y gritón. un punto divertido que se necesitaba después de tanta solemnidad: alegrías, bulerías y una sonrisa de oreja a oreja.