en un verano lleno, repleto de música y a las puertas de la que probablemente sea o esté siendo la semana más grande de la música en directo en madrid y en este país, todavía hay hueco, tiene que quedar hueco para ir a bares a ver a grupos que empiezan a perderle el miedo a dejar atrás su repertorio lleno de versiones para empezar a dejar asomar entre sus guitarras roqueras setenteras canciones propias. larga frase introductoria únicamente para decir que el pasado viernes, en la sala lasal de madrid estuve viendo a "the vest", power trío de adopción madrileña que deleito a amigos y extraños con más de una hora de buena música.
he visto a vest al menos en tres ocasiones y sin duda esta ha sido la mejor de todas. rafa y julio dominan el instrumento, se atreven a cantar y a hacerse armonías el uno al otro y víctor se aplica con muchísimas ganas a las baquetas para llenar de ritmo la sala en la que tocan. el sonido fue bueno. las salas de conciertos ya empiezan a ser lo que nunca fueron. y es que los avances técnicos y el abaratamiento del equipo están haciendo que sea ya difícil hacer que un sitio medio pensado para que en él se toque suene rematadamente mal.
vest tiran de un repertorio muy reconocible. hacen suyos a los stones más setenteros (genial el toque acústico de wild flowers, siempre me encantó su letra), hacen más setentera a aquella banda que puso de nuevo las cosas en su sitio en los años senenta en medio de tanto hippismo y psicodelia (la creedence) pero es que además se atreven con la nueva ola de la nueva ola de la nueva ola: everyday i love you less and less, de kaiser chiefs, no desentona entre tanto clásico del pasado. su versión de nothing compares 2U, de sinead o'connor (o de prince, si nos referimos al que la escribiera) ejecutada via "basket case" de green day, desconozco si es original suya pero está muy bien.
y además, por fin, se atreven con canciones suyas. tres en inglés, una en castellano. tirando a veces hacia el blues, otras hacia el rock más wha-wha-ístio (cómo les gusta), y entroncando, en castellano, con tantos grupos de los años ochenta que nos vienen a la memoria y que habrían estado orgullosos de canciones como XXX (desconozco el título, lo siento). a mí me sonaron a, por ejemplo, las ruedas. no sé qué pensarán.
público entregado. mucho bailoteo. hendrix en espítiru. así da gusto. ojalá sigan tocando y tocando y ojalá se animen a grabar estas primeras canciones en un estudio porque, aparte de ser el paso natural, grabar también mola mucho y como decía un conocido, al final, es lo que queda. lo demás son recuerdos. buenos recuerdos, pero solo recuerdos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
ummmmmm, algo familiar. Creo que se merecían más público. En fin, la gente está empanada o qué? será la solana que hace estragos... pero llevan mucho tiempo tocando? se les ve con seguridad. Para mí si van por el estilo blues la cosa promete; y si van por otros derrotero, supongo que también, pero cada uno proyecta lo que le gusta, no? besos
Publicar un comentario