lunes, 17 de septiembre de 2007

the parasites

Parece que fue ayer cuando me rompieron las gafas saltando de alegría y emoción en la sala Revolver de la calle Galileo de Madrid viendo al mítico, al menos para mí, grupo canadiense BUM. Era punk-pop. Todavía Green Day no habían vendido cientos de miles de discos en todo el mundo. Todavía no se había hecho el punk-pop absolutamente masivo. Por entonces había un sello pequeñito en Bilbao que se llamaba Radiation. Y editaron un single de dos canciones que serían fundamentales en aquella época de mi vida. Una de ellas, Crazy, la otra, Mel's Theme. Crazy resumía en poco más de tres minutos todo lo que para por entonces estaba buscando en una canción pop perfecta. Para mí eran perfectas Twisterella de Ride o The Concept de Teenage Fanclub. Crazy pasó a mi personal olimpo. Pero The Parasites, el grupo que la interpretaba, nunca llegaron a ser tan grandes o a tener tan grandes momentos de fama como los que llegaron a disfrutar Ride, Teenage
Fanclub o los mismos Green Day. Probablemente no solo fuera su música la que bebiera del punk sino también su actitud. Reconozco que en aquellos tiempos en los que uno no tenía acceso a internet, la personalidad de los Parasites era absolutamente desconocida. Quizás algo leyera en fanzines y revistas como el Ruta 66, pero poco más. Compré un par de discos suyos, el segundo tenía una canción también memorable llamada "Refuge" y una estupenda versión de "Both sides now" de Joni Mitchell: ¿no es maravilloso descubrir a Joni Mitchell por una banda de estas características? Por entonces hacía un ultra amateur programa de radio musical y Mel's Theme, la cara B, sonaba como sintónía en muchas ocasiones. Instrumental de acordes abiertos, bajo y batería. Toda una declaración de intenciones. Tanto pinché aquel disco sencillo que hace una semana cuando lo rescate del polvo en el que estaba quedando enterrado recordé perfectamente que la
impresión de las caras en el vinilo era errónea y para oir Crazy había que poner Mel's Theme y al revés: ¡y habían pasado más de diez anos!

Paso mucho tiempo. Muchísimo. Los Parasites dejaron de ser referencia. Creo que llegaron a tocar en mi ciudad, Madrid, en alguna ocasión, pero yo o no estaba por aquí viviendo o no me enteré. Y de repente, en el año 2007, me entero por esa estupenda guía del ocio musical que es www.popmadrid.com de que mis antaño adorados Parasites tocan en Madrid. Para más señas, en la sala Wullritzer Ballroom de la calle Tres Cruces, muy cerquita de la Gran Vía. Y como no, allí me dirijo después de haber conjurado a unos cuantos amigos y tener miedo. Miedo a que este tipo de música tan repetitiva y primaria me haya dejado de gustar tras tantos años. En disco ya me ha pasado un poco. Son muchas canciones, muy parecidas, tocadas todas exactamente igual y es duro reconocer en mí a aquel que no paraba de oirlas.

La sala se va llenando poco a poco. Telonean Fast Food. No me gustan mucho. Parecen repetir una y mil veces la misma canción que hace años hubiera podido se cualquiera del repertorio de gente como Shock Treatment. Deben cantar en castellano pero no entiendo nada. La sala empieza a llenarse. El aire acondicionado no da para más y esto ya se parece más a aquellos ambientes caldeados y sudorosos de garitos tales como el mítico Revolver de hace años. Y aparecen los Parasites. Nikki es un tipo medio gordito que desgrana con acierto y urgencia tema tras tema. El resto de la banda es absolutamente formidable. Reconozco pocas canciones de las anteriores al año ¿95? Pero algunas caen, Refuge y por fin, Crazy. La locura. Creo que no soy el único que ha estado esperando escuchar ésta. Creo que es genial cantar "instituzionalized" en una canción. Recuerdo que detrás de su aparente sencillez está el hecho de que no es precisamente una canción de 3
acordes. Y por unos minutos soy muy feliz. Al final, se calzan unas chupas de cuero, unas pelucas y hacen cinco o seis clásicos de Los Ramones. Increíble. Salvo porque la voz de Nikki es más dulce y menos nasal que la de Joey, todo es impecable. Termino comprándome una camiseta del grupo porque no veo ningún disco suyo interesante en el "stand" que han colocado los que con ellos viajan en la entrada del bar. Recuerdo aquellos tiempos en los que me iba de los conciertos deseando crecer y tener pelas para poder comprar camisetas. Esta vez lo puedo hacer. Llego a casa con un pitido ensordecedor en las orejas. Aún así, me pego una ducha, me meto en la cama y me pongo ni Zen, bien bajito. Le doy al play y suena "Refuge" de nuevo. Plácidamente me quedo sobado a los acordes de "I will be you refuge"...

2 comentarios:

José Luis Avila Herrera dijo...

Ha sido un placer encontrar tu blog, me estoy deleitando leyendote.

Saludos desde USA.

rogersincero dijo...

Gracias. Tu blog de fotografías es muy interesante. Hay imágenes preciosas.