el jueves 20 de diciembre volví a la sala clamores para uno de estos conciertos enmarcados en el ciclo "alternativas en concierto". la sala estaba hasta arriba. garret wall oficiaba de telonero al que deluxe daba la alternativa.
la primera mitad del concierto de garret wall fue un auténtico sufrimiento. la sala clamores es muy incómoda si no has conseguido una de las mesas frente al escenario. nos pusimos junto a la barra, en una situación de visión privilegiada para estar de pie pero... no contábamos con que el respeto hacia el artista es nulo en esta ciudad. ni siquiera el hecho de que fuera deluxe, el grupo al que todos venían a ver, quien hubiera traído a garret para darle la alternativa. la gente no paraba de hablar sin atender mínimamente el concierto de este irlandés. supongo que garret wall no fue muy consciente porque tocando amplificado como lo estuvo haciendo, el murmurar contínuo de la gente le sería indiferente (salvo entre canción y canción). a mí me estaba dando vergüenza ajena. y lo que es peor, me estaba poniendo muy nervioso porque no podía disfrutar del concierto mínimamente. tanto fue así que hubo un momento en que pensé en marcharme, aun sabiendo que este selecto público, cuando saliera deluxe a escena se callaría. aguanté estoico hasta que mis amigos coincidieron en que era buena idea perder visibilidad pero ganar en audición. y así hicimos.
nos fuimos al pasillo de entrada, desde donde no se veía tan bien pero donde al menos escuchábamos más la música de la banda de garret wall y menos, mucho menos, a los incesantes cuchicheantes.
garret wall lleva tocando por la ciudad de madrid varios años. al menos he visto conciertos suyos anunciados en prensa y salas de pequeño aforo en varias ocasiones. hasta hoy no me había acercado a verle. este irlandés se hace acompañar en directo (y al menos en su último y recién editado nuevo disco también) por una formación algo más que curiosa: un bajista bastante discreto de líneas saltarinas y que encaja con el concepto de canción desenfadada de garret, un trompetista que también le hace ocasionalmente las segundas voces y, junto al resto, los coros, y un cajón flamenco haciendo la percusión: nota más que curiosa por tratarse de un norteamericano quien lo toca. los otros dos músicos son igualmente anglosajones. dijo después xoel "deluxe" que garret tiene cierta fama y éxito en irlanda pero desconozco si fue un halago sobredimensionado o fue alguna vez verdadero.
esta formación nos desgranó más de una docena de canciones vitalistas, muy animadas, que a mí me recordaron, en los momentos más íntimos a, quizás, josh ritter, y en los más "buenrollistas" a jack johnson. no inventa la pólvora pero sí que da en el clavo con algunas preciosas tonadillas que se te quedan en la cabeza a la primera escucha. de fácil escucha y rítmicamente muy sencillas, sus canciones hicieron que esa parte (poca) del público que atendió a sus movimientos, disfrutara de un muy buen concierto. concierto al que, si he de poner alguna pega, diría que le sobró algo de minutaje. y es que a veces es mejor que el respetable que inesperadamente te va a ver se quede con ganas de un poco más que acabe un poco cansado de no conocer tus canciones. pero eso es algo muy personal que cada músico debe saber administrar. también es cierto que el llenazo a uno debe darle alas para interpretar sin parar hasta la última canción que haya escrito (y si no, que se lo pregunten a deluxe, que tocaba minutos después).
cambio de tercio para escuchar un concierto muy especial de uno de los músicos en un estado de gracia más admirable de la escena pop española. salió él solo a escena con la guitarra acústica para interpretar una primera canción de su último disco. se le unió en la segunda su bajista/pianista para acompañarle al bajo. y se les unieron en la tercera y hasta el final del concierto un saxofón y una trompeta. xoel tocó la guitarra acústica, el bajo y el piano. cantó con esa voz que cada vez más recuerda a la de un luis eduardo aute que hubiera de repente descubierto a morrisey. una voz prodigiosa a la que le falta la sensualidad (también de las letras) de aute pero a la que le sobra expresividad, calor e intenciones. se entiende lo que canta y además él exterioriza sus historias conectando como pocas veces he visto hacer a alguien de su edad en este país.
xoel domina la guitarra de acompañamiento magistralmente. rebosa musicalidad. es capaz de emocionar con ritmos bossanova cantando en gallego/portugués su tema dedicado a caetano veloso. es capaz de emular a marvin gaye tocando y cantando al piano (con un tema rescatado de su segundo álbum como deluxe y que incluído dentro de su repertorio actual hace más patente la evolución de xoel hacia el pop de autor más convencional por un lado pero más personal por el otro al hacer hincapié en las letras, en lo que cuenta y, sobre todo, en como lo cuenta). tiene tanta confianza en sí mismo y tanta capacidad como intérprete que es capaz de lo que se proponga en el escenario. sin un solo elemento rítmico tanto él como su bajista/pianista son capaces de no perder el hilo, el compás: esto es muy complicado de hacer pero lo hacen tan fácil que entran ganas de subir al escenario a ver si es que hay algo tipo de hechizo que permita a cualquiera hacer convertirse en un virtuoso. nos regalan tres canciones nuevas, pájaros nuevos creo que se llama una de ellas. me quedo con una en la que riza el rizo de su búsqueda para llegar a ese terreno que ya exploraran sabina y krahe y muchos otros hace casi treinta años, cercano al vodevil y al humor, en aquella memorable mandrágora. abre puertas a su discografía dando detalles de por donde pudieran ir los tiros de los que será, según él mismo, su nuevo disco, allá por primavera del año que viene.
deferencia hacia ese maldito lateral de clamores que ve a los artistas casi por detrás: desenchufado, les canta a voz en grito colillas en el suelo, el primer single de su último disco. eso sí, el resto de la sala no nos enteramos de la canción más que a través del murmullo de coros de esa parte del auditorio.
como se lo permiten, alarga el concierto hasta casi la una de la madrugada. asistimos a mucha improvisación, aunque no lo parezca. asistimos a una demostración de fuerza tremenda y que pocos en este país están capacitados a proponer. además, de un tipo que roza la treintena y que lleva a sus espaldas ya 4 discos como deluxe y un par de ellos en aquellos comienzos sixties de mi adorada gallega elephant band, a la que tantas veces disfrute en directo hace años. este concierto de clamores no se parece en nada al anterior que presencie del grupo: en miranda de ebro, dentro del festival ebrovisión, en la gira de aquel "que no, que no". allí estaba todavía buscando esto que hoy ya ha encontrado. allí había una muy solvente banda de rock que mezclaba el inglés y el castellano por igual y que le daba quizás más importancia a un sonido compacto y duro que a las letras y la intensidad emocional por el mensaje.
acabaré esta entrada del blog recomendando dos cosas: id a ver a deluxe sea cual sea el tipo de concierto que vaya a dar. hay momentos en la vida de un artista que son irrepetibles y ahora mismo deluxe está en uno de esos. y finalmente, id a ver a garret wall a la sala que sea porque pasaréis un rato muy, pero que muy agradable.
lunes, 24 de diciembre de 2007
deluxe y garret wall en la sala clamores, madrid
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